En las últimas horas, se descubrieron cuatro cadáveres dentro de una camioneta estacionada frente al hospital municipal de Bahía Blanca. Según la primera hipótesis policial, estos hombres podrían haber sido parte de una banda que intentaba robar cables en la ruta 33 y habrían fallecido electrocutados en el intento. 

En el vehículo también se encontró a un quinto integrante gravemente herido, quien quedó bajo cuidados médicos en estado "reservado". Según las primeras investigaciones, se cree que habría al menos un sexto miembro de la banda que abandonó a los demás en el hospital y que fue detenido posteriormente en un allanamiento en una vivienda de la calle La Pinta al 300. 

El detenido es Ángel Daniel G., de 66 años, quien aparentemente tendría vínculos familiares con uno de los fallecidos. Además, se sospecha que un policía podría estar implicado en el caso, ya que se encontró un handy de la fuerza dentro del vehículo. 

Los medios locales informan que el suceso tuvo lugar el lunes por la noche, cuando la camioneta Volkswagen Amarok fue encontrada frente al hospital municipal con los cuerpos sin vida en su interior. Las víctimas fueron identificadas como Facundo Uribe (32 años), Federico Strick (28), Fernando Gallardo (25), Joaquín Acosta (18) y Emanuel Chamorro S. (20), este último ingresado con graves quemaduras. 

Aunque las autoridades no han confirmado oficialmente las causas de los fallecimientos, se presume que se debieron a electrocuciones. Se encontraron en el vehículo abandonado diversos elementos, como una soga con gancho metálico, celulares y binoculares. 

Estos hombres formarían parte de una banda que operaba en la zona y que estaba siendo investigada por la policía local. Se especula que realizaban robos de cables en un campo cerca del kilómetro 46,5 de la ruta nacional 33, donde habrían recibido una descarga eléctrica de 33 mil voltios. 

La causa es investigada por la UFIJ Nº 18, a cargo del fiscal Gustavo Zorzano, quien ya estaba tras la pista de esta banda. La presencia de un handy de la fuerza en el vehículo ha llevado a sospechar de un subcomisario de la Comisaría 4ta, ya que el dispositivo forma parte de un sistema encriptado de la policía bonaerense y no había sido reportado como robado o extraviado.