El Sindicato de Camioneros dispuso acatar la conciliación obligatoria dictada por el gobierno de Córdoba y levantó esta mañana las medidas de fuerza que estaban afectando el abastecimiento de mercaderías en cuatro cadenas de supermercados de la capital provincial.

"Ya me comuniqué con el compañero Pablo Moyano y bajó la orden de que vamos a acatar la conciliación que dictó la provincia", afirmó el secretario general de la filial cordobesa del sindicato, Horacio García.

Los camioneros llevaban adelante desde hace nueve días protestas en los ingresos a cuatro depósitos de los supermercados Cordiez, Mariano Max, Buenos Días y Almacor, en reclamo del pase a ese sindicato de unos 300 trabajadores actualmente representados por el gremio de Comercio.

El jefe de Gabinete de Córdoba, Oscar González, anunció anoche que la administración provincial había decidido dictar la conciliación obligatoria ante la posibilidad de que mañana Camioneros optara por ampliar la medida de fuerza a otras ramas del sindicato, entre ellas las de recolección de residuos, transporte de caudales y combustibles.

Los trabajadores habían anunciado para ese día, cuando estaba previsto que arribara el gremialista Pablo Moyano, número dos del Sindicato de Camioneros, la realización de una asamblea en la que no descartaban la posibilidad de un paro provincial.

La conciliación obligatoria involucraba "a las tres partes: los dueños de los supermercados, el gremio de los empleados de Comercio y el Sindicato de Camioneros", sostuvo González.

El conflicto de los camioneros generó un nuevo cruce de acusaciones entre el gobierno nacional y el provincial, ya que González sugirió que el kirchnerismo intentaría alterar "el orden público" en Córdoba evitando intervenir.

El ministro provincial consideró que esa administración no tiene competencia para "definir el encuadramiento sindical de los empleados. Pero sí podemos convocar a conciliación obligatoria para impedir que el conflicto se extienda", manifestó. En cambio, el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, dijo que le parecía "bien que se haga cargo el gobierno provincial", a quien reprochó haber asumido antes una actitud de "pasividad" frente a lo que estaba ocurriendo.