La inflación en Brasil fue del 5 por ciento en 2012 y la presidenta de ese país, Dilma Rousseff, presentó un proyecto para reducir impuestos en 40 productos de la canasta básica, que permitan sobrellevar ese contexto económico a los más necesitados.

“Busca que haya un aumento de la demanda y que esto no repercuta en un aumento de precios”, señaló el analista político Gustavo Segré, quien reside en el país carioca.

“No le interesa tanto el crecimiento económico como la lucha contra la inflación”, dijo sobre el Ejecutivo del Brasil.

Segré recordó, además, que el precio del dólar disminuyó, en relación al real, por la intervención del Estado.

“El índice de empleo que Brasil tiene es el más bajo de los últimos 50 años, cualquier persona que desea buscar trabajo, lo consigue, aunque no sea por el dinero que quiere, ni de la calidad que quiere. Lo que importa aquí es el nuevo consumidor”, sostuvo Segré.